domingo, 14 de junio de 2015

El primer 'alcalde femenino' de EspañaMatilde Pérez Mollá, primera alcaldesa de España.
Fue nombrada en 1924 y, a día de hoy, sólo el 17,4% de los alcaldes son mujeres. A la vista de los resultados electorales, ¿se mantendrán o se flexibilizarán las barreras de género a nivel local?
En 1924 iniciaba su mandato en Cuatretondeta (Alicante) el primer 'alcalde femenino' de España, como se decía entonces. Matilde Pérez Mollá fue elegida, no por elección popular, sino por decisión del gobernador de Alicante, Cristino Bermúdez de Castro, regidora de este pequeño municipio agrícola que entonces no superaba los 500 habitantes. Matilde aportó un aire de modernidad, llevó la luz eléctrica a las calles y los hogares de este municipio y se esforzó en elevar la cultura de sus vecinos. Por ejemplo, creó un grupo de teatro y dio clases de piano, lo que compatibilizaba con artículos costumbristas en el diario 'Las Provincias'. La 'senyora vella' gobernó la alcaldía entre el octubre de 1924 y enero de 1930, cuando el rey Alfonso XIII destituye a Primo de Rivera y se instaura la llamada 'dictablanda'. Pérez Mollá nació en 1879 y pertenecía a la familia más acaudalada de Cuatretondeta. Antes de coger el bastón de mando se casó con el notario de Alcoi Rafael Blanes Serra, con quien se trasladó a vivir a Cartagena. Cuando enviudó, a los 40 años, regresó al pueblo con su hija y administró los bienes de su marido realizando numerosas donaciones para beneficio de sus convecinos. Cinco años después la designaron alcaldesa.
Por elección popular, la primera mujer alcaldesa de España fue María Domínguez Remón, que tomó posesión de su cargo el 28 de julio de 1932 en Gallur (Zaragoza). Era la segunda y última hija de una modesta familia campesina. Le gustaba mucho leer. Cuando creció sus padres le concertaron un matrimonio. Ya casada, tras siete años de malos tratos, huyó por el monte con el dinero que le prestó una amiga. Llegó a Barcelona sin documentación, tuvo que trabajar de sirvienta, pero su estancia en la capital catalana le sirvió para fraguarse intelectualmente y concienciarse a favor de la República. Su marido la denunció basándose en una ley que obligaba a la mujer a estar siempre en el hogar y el gobernador civil de Zaragoza firmó la orden de búsqueda y detención. De vuelta en casa, guardó sus ahorros y, cuando pudo, rompió su matrimonio y se fue a vivir sola. Se compró una máquina de hacer medias y sobrevivió autónomamente en un ambiente rural, prejuicioso y nada afable.
A los 32 años envió un comentario a 'El País'. Se lo publicaron, escribió más y se convirtió en colaboradora de 'El Ideal de Aragón’. A principios de los años 20 murió su marido. Ya era libre, tenía 44 años. En 1926 contrajo nupcias con Arturo Romanos, que había hecho carrera de esquilador en Gallur, donde vivieron. En 1932, Gallur estaba en crisis y el gobernador civil de Zaragoza, consciente del peso adquirido por esta 'pueblerina ilustrada', la llamó para presidir la comisión gestora que debía sustituir a la corporación municipal. El 28 de julio de 1932 asumió el mandato, con el objetivo puesto en la educación que a ella se le había privado. El presupuesto municipal ascendía a ciento cincuenta y seis mil seiscientas trece pesetas. Un día en su vida de entonces era algo así como que mientras intentaba hacer un puchero, concedía una entrevista sobre su actuación como alcaldesa, pero además recibía en casa a una vecina que le alertaba sobre el mal estado de una tapia.
China tiene el récord de alcaldesas
Antes que en España, hubo alcaldesas fuera. La primera fue la estadounidense Susanna Madora Salter. Ocupó ese cargo en Argonia, Kansas, en 1887 durante apenas un año y solo cobró un dólar por su servicio a la comunidad. ¿Cómo ganó aquellas elecciones? Al parecer, gracias al voto femenino y a su elocuente énfasis en el principal punto de su programa electoral: la prohibición del consumo de alcohol en el término municipal de Argonia, un tema en absoluto menor si consideramos que por entonces casi todos los hombres del poblado llevaban armas y las trifulcas entre borrachos solían zanjarse a balazos. Pero los avances en este frente han sido lentos. Más de un siglo después, sólo el 18,4% (249 de 1.351) de los alcaldes de las ciudades de Norteamérica con más de 30.000 habitantes son mujeres. Apenas 13 de las cien ciudades más grandes de Estados Unidos están dirigidas por alcaldesas (13%) y sólo uno de las diez consistorios más populosos del país está dirigido por una mujer. El número de primeras ediles en otros países es aún más limitado. Los países con mayor proporción de alcaldesas son Mauricio (40%), Nueva Zelanda (26%), Serbia (26%) y Letonia (25%). Con 500 alcaldesas y alcalde-adjuntas, China tiene el récord del país con más mujeres al frente de un Ayuntamiento. Así las cosas, conviene tener en cuenta que la proporción de los puestos de alcalde ocupados por mujeres en el mundo es más baja que su presencia en los parlamentos.
"En los últimos años la presencia de mujeres en la política se ha generalizado en todos los contextos y todos los niveles de gobierno. Pese a las resistencias, mucho se ha avanzado hacia la igualdad en el espacio público. El plano municipal es, no obstante, el que se ha manifestado como menos permeable para la representación femenina. No existen, no obstante, explicaciones basadas en estudios empíricos que profundicen en tal cuestión. Lo que parece, dadas los datos, es que el espacio de poder local está más masculinizado que otros", indica Juana María Ruiloba Núñez, profesora de la Universidad Católica de Murcia y autora de la tesis 'Mujeres en los gobiernos locales europeos. Mitos y realidades sobre su liderazgo'. "Solamente aquellas que consiguen tener el suficiente peso dentro de su partido / agrupación, como para imponerse como cabeza de lista electoral, lograrán tener posibilidades de alcanzar las Alcaldías, primer filtro al que hacer frente previo a la batalla electoral municipal propiamente dicha", apunta.
Los datos lo corroboran. Según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en lo que va de 2015, sólo el 35,2% de los concejales y el 17,4% de los alcaldes son mujeres, ahora en funciones. Este desajuste en la representación de las mujeres en el gobierno local ha permanecido fuera del debate electoral en todo momento. Por comunidades autónomas, Madrid y País Vasco son, en este momento, las que cuentan con más alcaldesas, mientras que Galicia y Cantabria son las que menos (muy por debajo de la media, rozando el 9%).



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